Ebro y Treviño

INFORMACIÓN GENERAL

El río Ebro, los Montes Obarenes, los Montes de Miranda de Ebro y Ameyugo y el Condado de Treviño protagonizan el paisaje del noreste del territorio, entrando en contacto con el País Vasco.

EL VALLE DEL EBRO

Procedente del Valle de Tobalina, el Ebro recorre el borde septentrional de los Montes Obarenes y modela allí el espectacular desfiladero de las Hoces de Sobrón. Se trata de un impresionante cañón de roca caliza de más de 7 kilómetros de longitud que, en algunos puntos, alcanza los 500 metros de desnivel.

El río continúa hacia el Mediterráneo por la depresión de Miranda, una cuenca que se cierra al sur por los Montes de Miranda de Ebro y Ameyugo (un espacio declarado Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de mportancia Comunitaria).

En las cotas más elevadas abundan pastizales y roquedos. Los encinares y quejigares son desplazados por coscojares en las zonas más soleadas, mientras que en los afloramientos rocosos crecen sabinas acompañadas de boj.

Aguas abajo de Miranda, el Ebro presenta una zona con bosques de ribera bien conservados, que constituye un importante hábitat para anfibios y reptiles.

LOS MONTES OBARENES

Como un espectacular telón de fondo, los Montes Obarenes se levantan al norte de la depresión de La Bureba y comparten su espacio con Las Merindades.

El Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil fue declarado en 2006 y su principal atractivo lo constituyen los numerosos cañones y cortados modelados por los ríos. Pero además, al situarse en un área de transición biogeográfica entre el mundo mediterráneo y el atlántico, resulta muy interesante su gran diversidad botánica. Hayas, encinas, quejigos y alcornoques conviven en un mismo espacio con arces, serbales, enebros y madroños, brezos, aulagas y genistas con tomillos y espliegos, y prados de siega con tierras cerealistas y pinares.

Junto a los desfiladeros de Pancorbo, Herrán y La Horadada, las Hoces de Sobrón son uno de los espacios más sobresalientes del Parque. En sus paredes verticales anida una importante colonia de aves (águila real y perdicera, aguilucho cenizo o buitre leonado, entre otras). Bajo los cortados calizos se refugian muchas especies de mamíferos, como el gato montés, el corzo o el jabalí. Finalmente, en el entorno del embalse pueden contemplarse garzas reales o cormoranes, además de numerosas especies migratorias.

EL CONDADO DE TREVIÑO

Esta zona es capaz de sorprender tanto por sus valores naturales como por la improtancia de su patrimonio artístico. Rodeado por tierras alavesas, este enclave burgalés atravesado longitudinalmente por el río Ayuda se sitúa entre la Sierra de Cantabria y la Llanada Alavesa.

En su variado paisaje se mezclan bosques atlánticos y mediterráneos (con la presencia de hayas, fresnos, acebos, boj, quejigos o encinas). Entre su fauna destacan los corzos, jabalíes, tejones, zorros y numerosas rapaces.

Dos enclaves naturales sobresalen por su singularidad y belleza: el Desfiladero del Río Ayuda (una profunda y estrecha garganta poblada de una espesa masa boscosa de hayas, encinas, avellanos, endrinos, arces, quejigos e incluso tejos milenarios) y los bosques de Obécuri y Bajauri (una amplia zona forestal poblada de haya y roble rebollo).

ARTE

Son numerosas las manifestaciones artísticas de esta zona, desde la Prehistoria hasta la actualidad. Los romanos pasaron por estas tierras (la Via Aquitana cruzaba hacia la antigua Virovesca) y dejaron un interesante legado cultural y patrimonial. La localidad treviñesa de Saraso es un buen ejemplo.

Tras la caída del Imperio Romano surgió el fenómeno eremítico. Cuevas naturales o artificiales sirvieron a los eremitas para crear en ellos sus lugares de oración. En las inmediaciones de Laño se conservan los interesantes conjuntos de Santorcaria y Las Gobas. De esta misma época son las necrópolis compuestas por tumbas antropomorfas excavadas en la roca, como las de Pangua, junto a la ermita de San Formerio, San Mamés, en las proximidades de Pancorbo, y Villanueva Soportilla, formada por 279 tumbas y un curioso edículo.

La Vía de Bayona, ruta jacobea anterior al Camino Francés, atravesaba en la Edad Media por La Puebla de Arganzón y Burgueta hacia Miranda de Ebro, para continuar por Orón y Ameyugo hasta Pancorbo, antes de adentrarse en La Bureba.

La Edad Media dejó como legado castillos como los de Pancorbo (Santa Marta) y Santa Gadea del Cid o torres como la de los Guevara, en Ameyugo, o la de las Conchas, en La Puebla de Arganzón. Además, el arte religioso imperante en la época, el románico, cuenta con destacados exponentes en el Condado de Treviño, concretamente en San Vicentejo (ermita de la Concepción), Albaina, Uzquiano y Saraso. En las proximidades de Miranda de Ebro merecen destacarse Santa Gadea del Cid (ermita de la Virgen de las Eras), Encío, Montañana, Bozóo, Bujedo y Ameyugo. Otros elementos patrimoniales de interés se encuentran en Bujedo (Monasterio de Santa María) y Santa Gadea del Cid (Monasterio de Nuestra Señora del Espino),  Finalmente, sobresalen los conjuntos urbanos de Pancorbo, Santa Gadea del Cid, La Puebla de Arganzón, Treviño y Cucho.

Places in Ebro y Treviño

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